Creo que muchos padres estamos confundidos en torno a
lo que deben hacer para favorecer el desarrollo saludable de
nuestros hijos, especialmente en sus etapas más tempranas.
Al respecto, la doctora en psicología, Darcia Narváez,
docente de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), escribió un artículo
en el portal especializado Psychology
Today, donde comenta algunas creencias erradas en torno a los bebés
Estas son sus palabras:
Cuando tuve un cachorro, el odiaba ser ignorado o cuando
lo dejaba solo. Era en esos momentos, en lo que el masticaba los muebles.
Los bebés odian estas cosas también, pero no pueden masticar los muebles para
hacernos saber. En lugar de ello, su desarrollo se ve minado.
¿Qué cosas
nunca le deberías hacer a un bebe?
1. Ignorarlo
En condiciones naturales de nacimiento, los recién nacidos
están listos para comunicarse con la madre, el padre y los demás… Por supuesto,
ellos no pueden hablar, pero pueden gruñir y mover sus brazos (el brazo
izquierdo es normalmente auto-referencial y el brazo derecho se centra en el
otro).
Algunas madres se comunican con el bebé en el útero a
través del canto, la lectura, hablándoles, o dando pequeños golpecitos en el
vientre. En las culturas indígenas, la madre es responsable de dar forma al
espíritu del niño con la comunicación antes y después del nacimiento, incluso
creando una canción única para ese niño.
La
comunicación con el bebé y la atención permanente proporciona un óptimo
ambiente para el desarrollo emocional e intelectual.
¿Por qué
una relación de compañerismo es especialmente importante para los bebés? Los
tres primeros años de vida son un momento tácito (no consciente) para
comprender cómo se desarrolla el mundo social. Con un cuidado sensible, los
sistemas del cerebro aprenden a trabajar bien y con ello la persona crece sana
y socialmente comprometida. Lo que se aprende en la vida temprana se aplicará
para siempre a las relaciones (a menos que se cambie con terapia u otras
experiencias significativas).
2.
Dejarlo llorar
¿Te gustaría estar sufriendo,
pedir ayuda y que todo el mundo te ignore? Probablemente te sientas mal contigo mismo y muy enojado
con el resto.
Para los
bebés esto es mucho peor, porque sus sistemas cerebrales son de rápido
crecimiento y aprenden patrones para la vida social y también para su
funcionamiento fisiológico (salud). Gran parte del desarrollo del niño se
produce después del nacimiento. Y de acuerdo a la atención que reciben, se
determinan algunos efectos epigenéticos (genes y sus funciones).
Para un
bebé, que lo dejen llorar es una tortura. ¿Por qué pienso así? Porque
técnicamente, fisiológicamente y en términos de madurez, (…) si los bebés
regularmente tienen dificultades, sus cuerpos están siendo entrenados para ser
ansiosos y desconfiados de sí mismos y de los demás”, no es raro que un bebé
que no recibió la atención suficiente se convierta en una persona inflexible y
que se estresa fácilmente.
Cuando los
bebés lloran no están teniendo rabietas o son pequeños emperadores. Tienen
necesidades y las comunican de la única manera que pueden, si esperas que llore
para aliviar su malestar, estás esperando demasiado tiempo.
Es
importante aprender a no dejarlo llorar. Los bebés pequeños tienen dificultades
para dejar de llorar por lo que no quieres que ellos comiencen. Pueden llegar
incluso a crear la costumbre de llorar. Esperar demasiado tiempo para
socorrerlo puede matar las sinapsis cerebrales (redes cerebrales programadas
para desarrollarse en ese momento), que están creciendo a un ritmo fenomenal en
los primeros años de vida.
Para evitar
que el bebé llore, los cuidadores deben prestar atención a las señales no
verbales que dan los bebés, como inquietud, ceño fruncido, muecas o si agita
los brazos, para cortar de raíz sus molestias.
En los
primeros meses y años de vida se crean las vías cerebrales que se utilizarán
una y otra vez. Así que si quieres un niño agresivo y desagradable, cuando sea
bebé déjalo llorar. De lo contrario, mantenlo feliz. Un bebé angustiado en casi
seguro que se transformará en un niño desagradable que angustiará al resto
después.
Los
primeros cuatro meses de vida, los bebés tienden a ser más exigentes, pero eso
no quiere decir que tienen que llorar. Este es también el período que parece
establecer el nivel de capacidad de respuesta entre el bebé y el cuidador, que
dura años después. Los cuidadores deben estar especialmente atentos cuando un
bebé empieza a quejarse, al notar la expresión facial, los gestos y ofrecerle
los cuidados para que se relaje.
Ahora, debo
decir que si un cuidador se siente tan frustrado que casi quiere tirar al bebé
contra la pared, en ese caso, lo mejor es salir de la habitación y dejar que el
bebé llore. Pero, por supuesto, lo mejor es no permitir un patrón de llanto tan
regular en los primeros días y semanas de vida.
3.
Dejarlo solo
El régimen
de aislamiento es una de las peores cosas que le puedes hacer a un ser humano
y, finalmente, conduce a la psicosis.
Los bebés
están diseñados para conectarse físicamente con sus cuidadores. No entienden
por qué están solos. Los bebés interiorizan un sentido de la equivocación y la
maldad, dependiendo de cómo son sus vidas.
“magina ser
repentinamente dejado solo en una tierra extraña donde no te puedes mover o
cuidar de ti mismo. Sería terrible, incluso si entiendes lo que está pasando.
¿Por qué hacerle eso a un niño?.
Los niños
dependen de la compañía de los adultos para satisfacer sus necesidades hasta
que pueden hacerlo por sí mismos.
Aunque la
gente hable como si pudiera obligar a los bebés a ser independientes, esto es
un engaño con un resultado imaginario. Si aíslas a los bebés, ocurre lo
contrario: se convierten en personas necesitadas y desgarradas por dentro.
Interiorizan el miedo y la inseguridad y esto puede llevar a tener una mala
actitud hacia los cuidadores y el mundo. Esta es la forma de crecer de un
narcisista. ¿Qué más se puede esperar? El aislamiento enseña a pensar sólo en
sí mismos, la angustia personal hace que la empatía y la compasión sean
cualidades muy poco probables.
4.
No tomarlo en brazos
La primera
impresión que tiene un bebé de sus cuidadores y el mundo son fundamentales. El
aprendizaje de una profunda relajación y sensación de paz es lo que lo guiará
en la vida. Si no tiene una experiencia regular de relajación en los brazos de
alguien (sea su madre, padre o cuidador), nunca aprenderá a relajarse y dejarse
llevar, lo que es vital para la salud.
Cuando los
bebés están físicamente separados de los cuidadores, las respuestas de dolor se
activan, influyendo en la presencia de varias hormonas y neuropéptidos”,
incluso una separación diaria de 3 horas puede causar el suficiente estrés como
para tener efecto sobre ciertos genes que realzan la reactividad al estrés y
causan déficit en la memoria.
Por otra
parte, también puede conducir a una falta de desarrollo de los receptores de
serotonina y oxitocina, ambas relacionadas con la felicidad.
Los bebés
deben sentirse bienvenidos en los brazos de los adultos
5.
Castigarlo
Algunos padres dan nalgadas o golpean a sus bebés. El castigo
corporal puede ser una liberación inmediata de la frustración para el cuidador,
sin embargo, como en la mayoría de los actos de agresión, tiene efectos
negativos a largo plazo.
Los bebés
aprenden lo que es la vida, a partir de la forma en que son tratados.
En este sentido, el castigo tiene varios efectos perjudiciales:
– El bebé tendrá menos confianza en su cuidador y no lo verá como alguien seguro para relajarse.
– El bebé tendrá menos confianza en sí mismo, porque los cuidadores le han enseñado que sus impulsos no son importantes o incluso son malos, socavando su autodesarrollo.
– Si los cuidadores castigan a los bebés que quieren explorar, pueden debilitar la motivación para el aprendizaje.
– El bebé aprenderá que es mejor suprimir sus intereses, que influyen en la comunicación con el cuidador.
– Además, los estudios muestran que la mala conducta aumenta después de que un niño es golpeado.
– Fisiológicamente, el castigo activará la respuesta al estrés, lo que no es aconsejable en la vida temprana cuando se fijan parámetros de funcionamiento. Ese estrés puede dañar los sistemas en forma permanente, socavando el bienestar y el crecimiento intelectual, además de dificultar las relaciones sociales.
En este sentido, el castigo tiene varios efectos perjudiciales:
– El bebé tendrá menos confianza en su cuidador y no lo verá como alguien seguro para relajarse.
– El bebé tendrá menos confianza en sí mismo, porque los cuidadores le han enseñado que sus impulsos no son importantes o incluso son malos, socavando su autodesarrollo.
– Si los cuidadores castigan a los bebés que quieren explorar, pueden debilitar la motivación para el aprendizaje.
– El bebé aprenderá que es mejor suprimir sus intereses, que influyen en la comunicación con el cuidador.
– Además, los estudios muestran que la mala conducta aumenta después de que un niño es golpeado.
– Fisiológicamente, el castigo activará la respuesta al estrés, lo que no es aconsejable en la vida temprana cuando se fijan parámetros de funcionamiento. Ese estrés puede dañar los sistemas en forma permanente, socavando el bienestar y el crecimiento intelectual, además de dificultar las relaciones sociales.
Si desea
optimizar el cerebro, la salud y el bienestar de un bebé, debes evitar las 5
cosas mencionadas. Una paternidad cariñosa y sensible es uno de los mejores
predictores de resultados positivos en un niño (…) Así que los cuidadores
tienen que estar presentes emocionalmente, no distraerse con sus propias preocupaciones.
Los bebés requieren muchos cuidados, por lo puede que se necesite más de una persona para satisfacer las necesidades de un bebé. “Así que si eres un padre o madre frustrado y cansado, pide ayuda con el cuidado.
Por Josefa del Real
Fuente: Upsocl
Los bebés requieren muchos cuidados, por lo puede que se necesite más de una persona para satisfacer las necesidades de un bebé. “Así que si eres un padre o madre frustrado y cansado, pide ayuda con el cuidado.
Por Josefa del Real
Fuente: Upsocl
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