04 agosto, 2014

Mitos de la lactancia materna

Muchos mitos rondan alrededor de la lactancia materna, sin embargo son sólo mitos que impiden que las madres den de lactar cómodamente a sus pequeños, descubre cuales son falsos.


1. Hay mujeres que no producen leche suficiente:
¡Falso! La mayoría de las mujeres producen cantidad de leche más que suficiente. De hecho es común que exista una cantidad exagerada de leche en algunas mujeres. La mayoría de bebés que ganan peso muy despacio o pierden peso lo hacen no porque la mamá no tenga leche suficiente sino porque el bebé no obtiene correctamente la leche que la mamá tiene. La razón más común para que el bebé no consuma la leche disponible es porque no se agarra bien del pecho materno. Por eso es muy importante que se le muestre a la mamá desde el primer día, cómo coger el pecho de manera correcta y es importante que esto lo haga alguien que sepa realmente cuál es la manera correcta de hacerlo.

2. Es normal que la lactancia cause dolor: ¡Falso! A pesar de que un cierto dolor es relativamente común en los primeros días, esto debe ser una situación temporal que dura solo unos pocos días y no debería ser tan dolorosa que la mamá tema seguir amamantando. Cualquier dolor que sea más que una leve molestia es anormal y casi siempre se debe a un mal agarre del niño al pecho. Cualquier dolor en el pezón que no mejore a partir del tercero o cuarto día o máximo al sexto día no debe ser ignorado. La sensación de dolor que aparece cuando la lactancia se está desarrollando de manera normal puede ser debido a una infección en los pezones. Limitar el tiempo de amamantamiento no evita el dolor. Quitar el bebé del pecho para que el dolor de pezón mejore debería ser un último recurso.

3. No hay leche suficiente durante tres o cuatro días después del nacimiento:
¡Falso! Puede parecer que es así porque el bebé no está correctamente agarrado del pezón y por lo tanto no puede obtener de manera correcta la leche que tiene la mamá. Cuando no hay mucha leche (cuando esto pasa es normalmente durante los primeros días), el bebé prenderse bien al pezón para que pueda acceder a la leche. Esto explica aquello de “ha estado en el pecho por dos horas y aún tiene hambre cuando lo desprendo”. Si el bebé no se agarra bien al pezón es muy difícil que sea capaz de sacar la primera leche materna llamada calostro. Cualquier persona que sugiera que la mamá debe extraerse la leche para saber cuánto calostro tiene no entiende nada sobre amamantar y debería ser amablemente ignorado. Una vez que la leche sube completamente un bebé puede prenderse mal al pecho y aun así es posible que extraiga mucha leche.

4. El bebé debe estar al pecho 20 (10, 15, 7) minutos en cada lado:
¡Falso! Sin embargo debe hacerse una distinción entre “estar en el pecho” y “amamantarse”. Hay bebés que solo estarán prendidos por necesidad de apego y hay otros que estarán alimentándose y no hay límite de tiempo, sino que dependerá de la correcta succión del bebé y que sacie su hambre.

5. Un bebé amamantado necesita tomar agua en climas calientes:
¡Falso! La leche materna contiene toda el agua que el bebé necesita.

6. Un bebé amamantado necesita vitamina D extra:
¡Falso! Todo el mundo necesita vitamina D. La leche de fórmula la tiene de fábrica. El bebé nace con su hígado lleno de vitamina D y las actividades al aire libre permiten al niño obtener la vitamina D directamente de los rayos del sol aún en invierno. No es necesario exponerlo todos los días ni por períodos muy largos. La vitamina D es una vitamina soluble en grasa y se almacena en el cuerpo. En algunas circunstancias (por ejemplo cuando la madre tuvo déficit de vitamina D durante el embarazo) puede ser prudente ofrecer al bebé un suplemento de vitamina D. Exponer al bebé a la luz del sol a través de una ventana cerrada no es un método eficiente para que el bebé obtenga más vitamina D.

7. La mamá debe lavar sus pezones cada vez que va a amamantar al bebé:
¡Falso! La alimentación por medio de fórmula requiere una cuidadosa atención con respecto a la limpieza ya que la fórmula no sólo no protege al bebé contra infecciones sino que también es un excelente medio para el crecimiento de bacterias y puede ser fácilmente contaminada. Por el contrario, la leche materna protege al bebé contra infecciones. Lavar los pezones antes de amamantar es innecesario y complicado y además quita del pezón aceites naturales protectores y reseca la piel produciendo grietas (suficiente con el baño diario).

8. Extraerse la leche es una buena manera de saber cuánta leche tiene la mamá:
¡Falso! La cantidad de leche que pueda ser extraída depende de muchos factores, incluyendo el nivel de estrés de la mamá. Si el bebé que es correctamente puesto al pecho puede obtener mucha más leche que la que se pueda extraer por medio de un saca leches. Extraerte leche sólo te puede decir cuánta leche puedes extraerte.