Según
la Organización Mundial de la Salud, un recién nacido se considera prematuro
cuando el parto tiene lugar antes de las 37 semanas de gestación. Según cifras
oficiales, 1 de cada 10 niños que nacen, son prematuros, unos 15 millones en
total. El 60 % de ellos nace en el África subsahariana y Asia meridional.
Ahora
bien, ¿por qué esto es un problema? ¿Qué riesgos para la salud enfrentan los niños y niñas que nacen
antes del tiempo normal de gestación? Investiguemos un poco sobre este tema.
Problemas de salud de los prematuros
en el corto plazo
Cuando
nace un bebé prematuro debe ser llevado a cuidados intensivos y
puesto inmediatamente en una incubadora, que es una especie de cuna especial
que los mantiene templados. La pérdida de temperatura corporal es una de las dificultades más importantes que
enfrenta el bebé prematuro recién
nacido.
La
incubadora no solo lo mantiene templado; en otras ocasiones, para facilitar la
respiración, también se enriquece su ambiente con oxígeno. Esto, sin embargo,
se suele evitar porque puede traer efectos secundarios, como la retinopatía
por concentración alta de oxígeno.
Si
el bebé no respira de forma autónoma se le debe colocar un respirador, pero aún
los bebes que nacen respirando de forma aparentemente normal pueden agotarse y
no tener energía suficiente para continuar haciéndolo. Por ello es tan
importante que los bebés queden en observación, aún cuando pueden respirar por
sí solos.
La alimentación
del bebé en las primeras horas de vida también es un factor de problema.
Algunos bebés nacen sin ningún tipo de problema para comer, pero otros pueden
no tener bien desarrollado el reflejo de deglución,
que es el que permite tragar el alimento sin ahogarse.
Otro
gran problema que enfrentan los niños prematuros en
los primeros días de vida es alto riesgo de desarrollar infecciones. Su sistema
inmunitario no
está completamente desarrollado, y deben protegerse de todo tipo de virus y
bacterias presentes en el ambiente exterior. Para ello también es fundamental
el uso de las incubadoras.
Además
de la pérdida de temperatura, y los problemas relacionados con la respiración,
la alimentación y las infecciones; los bebés prematuros pueden desarrollar
problemas en su desarrollo cognitivo y sus ojos. Debido a su bajo peso, el
riesgo de hemorragia cerebral es alto durante el parto y los
primeros días de vida. Además pueden desarrollar problemas
en la vista debido
a que sus ojos no están preparados para la luz del mundo exterior.
Problemas de salud de los prematuros en el mediano y largo plazo
Los
primeros días y semanas de vida de un niño prematuro son los más complicados,
sin embargo, la prematurez también tiene efectos en el desarrollo a mediano y
largo plazo. La tasa de mortalidad infantil es mucho mayor entre niños prematuros
que entre los niños que nacen a término.
En
gran medida, los problemas de salud asociados a la prematurez dependen de cuán
prematuro fue el niño o la niña, la calidad de la atención que recibió la madre
durante el parto y los cuidados que recibió en los primeros momentos de vida.
El
60 % de los niños que nacen a las 26 semanas de gestación desarrollan diferentes tipos de
problemas de por vida como: enfermedad pulmonar crónica, ceguera, sordera y
problemas de desarrollo cognitivo. Para los niños que nacen a las 31
semanas de gestación, ese porcentaje desciende a 30 %.
La
tasa de mortalidad infantil de los niños prematuros desciende cada
año. Es decir que cada año que sobrevive un niño prematuro, tiene menos
probabilidades de morir por motivos relacionados con la prematurez. Sin
embargo, el nacimiento prematuro tiene efectos también en la vida
adulta.
Una
investigación publicada en el Journal
of the American Medical Association reveló que los hombres nacidos
entre las 22 y 27 semanas de gestación tienen un 76 % menos probabilidades de
tener hijos, y las mujeres un 67 % menos. Además, haber nacido prematuro aumenta las
posibilidades de tener hijos prematuros, tanto en hombres como
en mujeres.
Escrito
por Lucia Yarzabal
Fuente:
Batanga
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