28 abril, 2010

Amamantar, un milagro de la naturaleza


El cuerpo está perfectamente diseñado para amamantar. El pecho de
una mujer contiene un complejo sistema de producción de leche que funciona gracias a la secreción de hormonas durante el embarazo.

Una vez que ha nacido el bebé y se ha expulsado, se empieza a producir las hormonas que favorecen la leche materna.

Para amamantar, hay que pasar por todo un proceso del cual tu cuerpo reacciona de manera inteligente e inmediatamente.

Ante la succión del bebé de tu pecho, es que da la señal a tu cuerpo para que empiece la secreción de la prolactina, encargada de estimular la producción de leche en el tejido glandular y de la oxitocina, que provoca que se contraigan los finos músculos del tejido, lo que permite que la leche fluya a través de los conductos lácteos hacia el pezón, es decir las hormonas principales para la producción y eyección de la leche.

Aproximadamente el pezón tiene nueve orificios, sin embargo se harán notorios entre tres y cinco puesto que estas cavidades están muy juntas una de los otras.

Es importante que conozcas, que entre más sea la frecuencia que des de amamantar, más leche se producirá. Sin embargo es falso que el tamaño original de tus pechos, esté relacionado con la cantidad de leche que se produzca.
Si quieres conocer más consejos entr a:

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