04 junio, 2010

Alivio en el parto: la analgesia Epidural


Existen muchas mujeres que prefieren dar a luz sin epidural, a pesar de que pueda ser un importante factor para un parto exitoso.

El bloque epidural durante el parto es actualmente la forma más común, eficaz y segura para aliviar el dolor durante todo el proceso del parto. La aplicación puede darse en la paciente sentada o acostada en decúbito lateral. En cualquiera de las dos posiciones, el cuerpo y la cabeza deben estar arqueados hacia delante para aumentar lo más posible la convexidad de la espalda, y así ayudar a abrir los espacios entre las láminas vertebrales y apófisis espinosas. La piel se debe preparar con una solución antiséptica, que se dejará actuar unos minutos antes de seguir el procedimiento. En bastantes ocasiones, el procedimiento requiere un cierto tiempo, por lo que debe procurarse que el operador esté cómodo.

¿Cómo se aplica la analgesia epidural?

Luego se aplica la anestesia en la región lumbar. En general, el proceso se inicia una vez empezado el trabajo de parto y dura el tiempo que la parturienta lo necesite. Cuando finaliza el parto, se quita el catéter epidural fijado en la espalda mediante una tira adhesiva y las sensaciones reaparecen al cabo de unas horas.

Efectos y consecuencias

Los efectos posteriores a la analgesia es un cierto grado de adormecimiento, pesadez o presión en el vientre y parte de los muslos, siendo variable la sensación de una embarazada a otra. Notará un alivio importante del dolor de las contracciones.

Los riesgos de la analgesia epidural no son frecuentes, pero pueden presentarse complicaciones y efectos secundarios como bajas de la tensión arterial, temblores, dolor de cabeza, mareos, temblores, dolor de cabeza, mareos, sensación de dificultad al respirar. Todo suele prevenirse o tratarse de forma satisfactoria, si resultara preciso.

Dolor en el parto

Es importante precisar que cada mujer responde de forma diferente. En algunas puede ocurrir un breve periodo de tiempo durante el que las contracciones disminuyan. Muchas otras quedarán, sin embargo, agradablemente sorprendidas de que al sentirse más cómodas y relajadas el parto progresa más rápidamente. En términos estadísticos, la dilatación se acorta con la analgesia epidural, mientras que la dase de expulsivo suele prolongarse, sin que ello suponga un peligro adicional para el niño. La analgesia epidural le permitirá descansar durante la parte más fuerte de todo el proceso (dilatación del cuello uterino). Cuando llegue el momento final tendrá energías para poder empujar. Si no sintiese ganas, podrá igualmente con las instrucciones del personal que dirige el parto.


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