20 enero, 2015

El lado Brillante de la lactancia

Hace unos días publicamos una nota en el blog que hablaba sobre el lado oscuro de la lactancia, particularmente cuando la leí, pude sentir la gran angustia que estaba viviendo la escritora de la nota, es el mismo sentimiento que tenemos todos los seres humanos ante lo incierto, lo desconocido, lo que no podemos controlar o cuando no nos sentimos cómodos por alguna razón, a ese sentimiento lo asociamos con oscuridad. Y es precisamente lo que sucedía con la escritora de la nota.

Cuando salimos embrazadas nos invade un sentimiento de felicidad en la mayoría de los casos, buscamos toda la información posible sobre la gestación, vamos al médico constantemente para controlar que todo vaya bien y nos preparamos para la llegada del bebé, pero aquí voy a hacer un alto; nos “preparamos para la llegada del bebé”, es decir, el cuarto del bebe, la ropita, el baby shower, la nana si es que trabajamos, el trabajo cuando tenemos que ausentarnos un tiempo, decidir si será parto o cesárea , el nombre del bebe, los padrinos, la clínica donde va a nacer etc, parece que son tantas cosas por hacer que el tema de la lactancia lo dejamos a un lado. 

No es que no queramos, sino que se supone que es un proceso natural y que no debería existir ningún problema; además cuando vemos esos comerciales en las revistas donde se muestra una mujer con un brillo deslumbrante amantando a su bebé mientras lo sostiene en sus brazos y lo mira con ternura; Todo parece indicar que esa es la parte más fácil, pero, cuando nace el bebé nos encontramos con la realidad de que la lactancia requiere primero de nuestra fuerza de decisión, también requiere de información y preparación previa y mucho apoyo familiar.

Cuando nos sentimos preparados para asumir un nuevo reto en nuestras vidas y somos conscientes de los beneficios que esto te traerá a ti y a tus hijos asumiendo el sacrificio que pueda contener, lo hacemos sin ningún temor y con todas las fuerzas.

Seis meses de trasnochos por un bebé saludable, no es nada. Dar pecho cada 1, 2 o 3 horas a cambio de un bebé con un alto desarrollo afectivo y emocional, no es nada. Y si después de evaluar el pequeño sacrificio a cambio de los grandes beneficios nos damos cuenta de que no es nada, entonces cual es el lado oscuro de la lactancia?


Blanca Valera