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Así es como empezó esta ensalada
de 4. Hace nueve años mi vida cambio para siempre, cuando fui sorprendida por
la noticia de que Diego estaba en camino, crecí a su lado, aprendí junto a él,
olvidé lo que era dormir largo y tendido, deje el maquillaje por carritos,
cambie mi profesión, aprendí a amar de una manera que solo las que ya somos
madres comprendemos.
De tanto anhelar sentir nuevamente una vida creciendo en mi vientre, muy pronto
ya no fuimos 3 sino 4 cuando sorprendidos por las náuseas, el sueño y la
intolerancia a los olores me fui a la farmacia por una prueba que me dio como
resultado que estaba medio embarazada, porque la línea que debía aparecer color
azul era color celeste claro, ante la duda me fui a lo más seguro, una eco, y
allí estaba Rafael, del tamaño de un granito de arroz, desde ese día ya somos
una ensalada de 4, junta y bien revuelta.
Por supuesto no falta el famoso
comentario “vas a buscar la niña” y la
respuesta es “sí, si me gustaría ser bendecida con una niña”.
Así que por ahora solo Dios sabe
si esta ensalada seguirá creciendo…
Blanca Valera