20 octubre, 2014

Acerca de mí

Nací con apenas  26 semanas de difícil gestación tras padecer mi madre de rubeola lo cual me daba muy poco pronóstico de supervivencia o al menos no sin problemas, así fue como en medio de la emergencia propia de un parto prematuro y con las complicaciones de la gestación llegue a este mundo aun envuelta dentro del saco amniótico, pesando escasos 900 gr. Y midiendo 35 cm. lo cual me daba muy pocas esperanzas de vida en un hospital donde solo había una incubadora y la preferencia era para el bebé que tuviera más posibilidades de vida y  obvio ese no era yo.

Después de sobrevivir a mi primera sentencia de muerte que provino de parte del doctor, quien aseguro que no sobreviviría a esa noche, los cuidados abnegados de mi madre quien me alimentaba humedeciendo un algodón con su leche materna dejando caer gota a gota dentro de mi boca constantemente una y otra vez…

Así crecí escuchando la asombrosa historia de mi nacimiento. Era obvio que estaba destinada a dedicar mi vida a servir a las mamis en la más noble labor. Pero fue, hasta hace 9 años atrás cuando nació mi primer hijo Diego Andrés cuando decidí cambiar los números, las calculadoras, las oficinas y escritorios por el campo holístico, las salas de parto, los salones de clases prenatales y los gimnasios de estimulación temprana, de esta manera quedo atrás la licenciada de administración y me convertí en MADRE, y con 3 años más de estudio en educadora prenatal, acompañante de parto (obstetris) con más de 7 años de experiencia, consejera de lactancia (con certificado Unicef) y ahora estrenándome como MADRE por segunda vez desde hace tres meses por la llegada de mi segundo hijo Rafael Fabricio, descubriéndome otra vez como primeriza y debatiéndome diariamente entre la especialista y la madre simplemente.


Y hoy con esta gran oportunidad de abrir esta maravillosa ventana y compartir con ustedes vivencias, conocimientos, dudas, risas, lagrimas, pero sobre todo compañía en este hermoso camino que hoy recorremos juntas.

Blanca Valera
Venezolana de 32 años, madre de Concho y Poncho, perdón… Diego y Rafael. Esposa y amiga.